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ECONOMÍA | La planta se trasladará desde Oiartzun

Vasco Press | San Sebastián

Inductotherm va a invertir 2,5 millones de euros en su filial Ondarlan, empresa que ofrece un servicio completo para la fundición, para el traslado desde su planta actual de Oiartzun a una nueva ubicación en Rentería. Según publica en su último número 'Estrategia Empresarial', la nueva planta consta de 3.500 metros cuadrados construidos sobre una superficie de 4.500, que casi triplica la actual, y está ubicada en el polígono Txirrita-Maleo de Rentería.

La firma pertenece desde el año 2000 al grupo estadounidense transnacional Inductotherm, dedicado al suministro de instalaciones de fusión y calentamiento por inducción, con presencia en 72 países y con más de 5.000 personas en su plantilla.

Gracias a esta actuación, Ondarlan fabricará los hornos de inducción para calentamiento de forja que hasta ahora se llevaba a cabo en plantas de Bélgica y Alemania que posee el grupo. Este producto irá dirigido a los mercados español y portugués y no se descarta que pudiera extenderse al mercado europeo.

En la primera etapa del proyecto, la unidad de potencia que integra los hornos será importada desde otras plantas en Europa de la multinacional, mientras que en la factoría guipuzcoana se desarrollarán el empujador, el extractor y el sistema de bobinas. Además, la ampliación de las instalaciones le dará la posibilidad de incrementar su stock de materias primas, destinando 1.000 metros cuadrados a un almacén.

Por otra parte, Ondarlan dispone de una división de moldeo químico que cuenta con representantes en Argentina, Brasil, Venezuela, Polonia y Rumanía. En este sentido, destinará otros 2.000 metros cuadrados para el montaje y la realización de las pruebas finales de los equipos para la arenería de la fundiciones. Dentro de su plan de internacionalización, trabaja para ampliar su presencia en países como India, Portugal y Turquía. Con una exportación actual del 20% en este área, espera incrementar este porcentaje hasta el 50%.

Su oficina técnica ha desarrollado un sistema propio para la recuperación de la cromita, un producto que, mezclado con la arena, se utiliza como enfriador en zonas críticas durante el vaciado del metal en el molde. Se trata de un material que se importa en su mayoría desde Sudáfrica y cuyo precio alcanza altos valores. Una vez usada, la cromita que se encuentra mezclada con la arena, comúnmente se desechaba, pero gracias a este desarrollo propio, cabe la posibilidad de recuperar la mayoría de la utilizada durante el proceso.

Durante el pasado ejercicio Ondarlan vendió cuatro instalaciones de las que ha colocado tres, y se encuentra fabricando la última, que entregará a lo largo de este mes. Tras este buen arranque, la empresa guipuzcoana se propone extender dicho negocio en el mercado europeo. Ondarlan alcanza una facturación de seis millones de euros anuales y con esta nueva inversión espera lograr a corto plazo unos ingresos de ocho millones y de unos 12 millones en un medio plazo. Ha incorporado dos personas a su plantilla y cuenta con 25 empleados.

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