Los trancones y los efectos en la salud de los conductores

2022-10-15 02:53:45 By : Ms. Ella Wu

Cuando una persona conduce en un trancón los riesgos para la salud aumentan. El estrés, la ansiedad y la irritabilidad, sumados a la contaminación y el ruido causan afecciones respiratorias y cardíacas.

Por Redacción Vehículos

Hace pocos días se conoció el escalafón de las ciudades con el peor tráfico del mundo. Como ya es normal en estas mediciones, Bogotá tiene la peor movilidad de América y la cuarta peor del mundo, después de Estambul, Moscú y Kiev, según el índice TomTom.

Según el Departamento de Planeación Nacional, un colombiano pierde al año 20 días en un medio de transporte. Sin embargo, el bajo promedio de kilómetros por hora que tienen algunas vías de Bogotá en hora pico, que a veces es inferior a la velocidad promedio del ser humano, no es simplemente un problema de movilidad.

En los trancones, según distintos estudios, se gestan males y enfermedades que afectan a quienes conducen, a los peatones y al propio carro. En el caso de quienes van al volante, uno realizado por la Universidad de Surrey, en Reino Unido, comprobó que los contaminantes dentro de un vehículo aumentan hasta 40 por ciento en un trancón.

Y la Organización Mundial de la Salud, OMS, situó la contaminación del aire exterior entre los diez principales riesgos de salud y la vinculan con siete millones de muertes prematuras al año.

Acelerar, desacelerar y llevar el motor a bajas revoluciones genera emisiones que en las ciudades necesitan más tiempo para dispersarse y, por lo tanto, terminan dentro del habitáculo a través de las ventanas o el sistema de aire acondicionado.

Otras investigaciones demuestran que cuando se conduce en un trancón los riesgos para la salud aumentan, pues además de aumentar los niveles de estrés, ansiedad e irritabilidad, estar quieto y en una misma posición causan enfermedades que se suman a las afecciones causadas por la contaminación y el ruido.

Un artículo publicado por la Universidad del Valle cita un estudio según el cual los problemas osteomusculares se han incrementado en un 15 por ciento entre los taxistas y en los conductores de buses las dolencias cardiovasculares han aumentado cerca del 10 por ciento.

Otro estudio de la Universidad de Duisburg-Essen (Alemania), demostró que la exposición a ambientes contaminados como las autopistas favorece el endurecimiento de las arterias y aumenta el riesgo de sufrir ataques cardíacos y en general todos los órganos del cuerpo pueden verse comprometidos.

La contaminación no proviene solamente de los vehículos o de las fábricas. En esta incide también el polvo, las calles en mal estado, las basuras y residuos de obras en las que se origina ese polvo fino que contiene partículas respirables y gases que están suspendidos y que deterioran la calidad del aire.

Esa mezcla de material sólido muy pequeño es lo que se conoce como PM (Material Particulado). Según un informe de la Secretaría de Ambiente de Bogotá, existen tres tipos: PM 10, que tiene 10 micras de diámetro y está compuesto por sílice y otros elementos que provienen de las emisiones de combustión. El PM 2.5 (2.5 micras), que tiene una carga química más importante y su tamaño es mucho más pequeño. La naturaleza las puede generar, pero no es la principal fuente. Se originan del impacto del desarrollo industrial, de las actividades del ser humano, la combustión en industria, de vehículos y de maquinaria.

Y por último, el PM1, que solo tiene una micra de diámetro, son partículas ultra finas y se originan en combustibles fósiles y procesos industriales.

En un reporte del 2018, el organismo distrital reveló que del total de toneladas de PM2.5 al año, “cerca del 56 por ciento proviene del material particulado resuspendido originado principalmente de las vías de la ciudad y no tiene una fuente específica de emisión, ya que puede ser generado por la erosión eólica, arrastre en la atmósfera desde otras fuentes, desgaste de frenos y llantas de los vehículos”.

La salud de los de afuera

La contaminación del aire, dice el Ministerio de Salud, puede provocar crisis de asma, agudización de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (Epoc), dificultad para respirar y fatiga. Además, estas partículas contaminantes también pueden generar irritaciones en los ojos.

Y según la Organización Mundial de la Salud, la contaminación auditiva es otro de los efectos que produce el tráfico vehicular, el ruido excesivo es una de las principales causas de la pérdida auditiva. Además, dice ese organismo, cualquier ruido que supere los 75 decibeles (dB) es dañino.

Los efectos del ruido sobre la salud además producen alteraciones psicológicas, de la conducta y trastornos del sueño; disminución de la atención y disminución del rendimiento escolar.

Un estudio publicado en New England Journal Medical, demuestra que la inhalación de los gases emitidos por los combustibles diésel, produce cambios en la actividad eléctrica cardiaca, “lo que sugiere que la contaminación atmosférica reduce la cantidad de oxígeno disponible triplicando, incluso, el estrés cardiaco durante la práctica del ejercicio”.

Son tantos los problemas que los autos modernos están dotados de filtros que detienen muchas de esas partículas tóxicas cuando entran a la cabina para ventilación, calefacción o el aire acondicionado. Hay una posición del sistema que permite reciclar el aire interno y detiene el del exterior, que es recomendada, al igual que conducir con los vidrios cerrados.

Los trancones no solo le pasan cuenta de cobro a su tiempo y a su bolsillo. La ‘salud’ de los carros también se afecta al igual que en el cuerpo humano en casi todos sus órganos, es decir, en toda su mecánica con el desgaste acelerado de piezas.

El principal afectado es el motor, que se diseñó para estar en movimiento, pero un motor encendido, quieto, eleva su temperatura hasta presentar la famosa ‘recalentada’. Pero además, al estar justo detrás de los tubos de escape de los otros carros, absorbe todos los contaminantes de la combustión que van directamente a la cabina y de paso deterioran los filtros y las propiedades del aceite del motor.

Los frenos son otras grandes víctimas por el desgaste prematuro que sufren discos, pastillas o bandas por el constante uso.

El embrague y la transmisión. Se dice que en un trancón prolongado (más de dos horas) se usa más el embrague que en un recorrido de 800 kilómetros. Este dato da una dimensión de lo que sufren el embrague y la caja en esas condiciones por el desgaste de partes como prensa y balinera. Cuando el carro está detenido debe evitarse al máximo mantener el pedal del embrague accionado pues esta presión del mecanismo la soporta directamente el cigüeñal y el desgaste axial implica cambiarlo.

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